LA VIEJANDA O COMPARSAS DE
ENMASCARDOS
Acción que expresa la dualidad
y conjugación de sentimientos sagrados y paganos, nostálgicos y festivos, el
huasteco se disfraza de “viejos” materializado el alma de los difuntos: se
coloca sobre si la piel del muerto. Los trajes de los viejos son muy
variados, aunque es necesario puntualizar que el traje que se puede considerar
como típico es el vaquero, por ser la ganadería la actividad económica
predominante el esta región. Otros vestuarios y personajes que se distingen en
las comparsas son “los comanches”, “los indios”, “él toro”,” el diablo”, “los payasos”, “las bocanas” y toda la gran diversidad
determinada por la actitud no discriminatoria de la muerte.
El 31 de octubre los niños se disfrazan de chiquitos, se
integran en la comparsa de su barrio y empiezan a danzar por las calles de la
ciudad de casa en casa.
Al llegar la noche se acerca a
la plaza principal y finalmente se realizan la presentación pública con la que
se despiden para regresan el próximo año.
La presencia de los “viejos” se lleva a cabo el 1 y 2 de
noviembre, se integran sus comparsas y danzando en casa en casa, materializan
el alma de los muertos haciendo posible
el reencuentro físico del vivo con el muerto: son muy bien atendidos por las familias pueden
entrar a los hogares y toman algo de los productos ofrendados. La gente sale a
la calle formando comparsas de hombres que lucen diversos atuendos disfrazados
con máscaras de madera artesanales y bailan al son de huapangueros acompañados
por un séquito de gente divertida
que los espera; representan las almas de los muertos que escogerán en que casa
entrarán para tomar los alimentos de los altares. Más atrás viene la muerte
siguiéndolos con el fin de llevarlos de regreso, es por eso que los vivos se
tapan la cara para confundir a la muerte y no pueda reconocer quienes son los
vivos y quiénes son los muertos. El 2 de noviembre la festividad concluye con
el “destape”, acto en el que los participantes abandonan sus máscaras y trajes,
para así marcar el final de la fiesta de Xantolo.
Al octavo día después de 31 de octubre y del
primero de noviembre se desarrolla “el octavario “de “los chiquitos” y de “los
grandes”. Nuevamente hay ofrendas y comparsas de viejos que danzan por las
calles de la ciudad.
R.L.S.R
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