miércoles, 7 de noviembre de 2012

Comparsas de enmascarados


LA VIEJANDA O COMPARSAS DE ENMASCARDOS

Acción que expresa la dualidad y conjugación de sentimientos sagrados y paganos, nostálgicos y festivos, el huasteco se disfraza de “viejos” materializado el alma de los difuntos: se coloca sobre si la piel del muerto.  Los trajes de los viejos son muy variados, aunque es necesario puntualizar que el traje que se puede considerar como típico es el vaquero, por ser la ganadería la actividad económica predominante el esta región. Otros vestuarios y personajes que se distingen en las comparsas son “los comanches”, “los indios”, “él toro”,” el diablo”, “los payasos”, “las bocanas” y toda la gran diversidad determinada por la actitud no discriminatoria de la muerte.
El 31 de octubre los niños se disfrazan de chiquitos, se integran en la comparsa de su barrio y empiezan a danzar por las calles de la ciudad de casa en casa. Al llegar la noche se acerca a la plaza principal y finalmente se realizan la presentación pública con la que se despiden para regresan el próximo año.
La presencia de los “viejos” se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre, se integran sus comparsas y danzando en casa en casa, materializan el alma de los muertos  haciendo posible el reencuentro físico del vivo con el muerto: son  muy bien atendidos por las familias pueden entrar a los hogares y toman algo de los productos ofrendados. La gente sale a la calle formando comparsas de hombres que lucen diversos atuendos disfrazados con máscaras de madera artesanales y bailan al son de huapangueros acompañados por un séquito de gente divertida que los espera; representan las almas de los muertos que escogerán en que casa entrarán para tomar los alimentos de los altares. Más atrás viene la muerte siguiéndolos con el fin de llevarlos de regreso, es por eso que los vivos se tapan la cara para confundir a la muerte y no pueda reconocer quienes son los vivos y quiénes son los muertos. El 2 de noviembre la festividad concluye con el “destape”, acto en el que los participantes abandonan sus máscaras y trajes, para así marcar el final de la fiesta de Xantolo.
Al octavo día después de 31 de octubre y del primero de noviembre se desarrolla “el octavario “de “los chiquitos” y de “los grandes”. Nuevamente hay ofrendas y comparsas de viejos que danzan por las calles de la ciudad.
El 30 de noviembre tiene lugar la ceremonia del “destape”. Después de haber bailado durante el día se realiza por la noche la presentación pública de la comparsa y al finalizar su actuación., bajo las notas de un son tradicional, se despojan de la máscara y continúan bailando con la máscara en la mano, con la cara descubierta; despojándose simbólicamente del alma de los muertos y recobrando así la propia identidad como se vivo.
R.L.S.R

No hay comentarios:

Publicar un comentario